Octubre es el mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de mama, queremos que conozcas lo que tiene para decirnos Cata que vivió el proceso, como fue esta experiencia para ella.
“Cáncer”…
Es la palabra que escuché a mis 30 años y que cambió mi vida para siempre. Mientras mis amigas se comprometían, se casaban o tenían hijos, yo viví una experiencia que me hizo mirar la muerte de frente y que me permitió replantear el sentido que le había dado a cada segundo hasta ese momento.
Un torbellino de exámenes, citas médicas y revisión de resultados en una carrera contra el tiempo, me envolvió hasta llevarme a un proceso de más de dos años entre tratamientos y cirugías que han dejado huellas físicas, emocionales y mentales… que me cambiaron y que hoy me dejan mucho que agradecer.
Mientras estuve en quimioterapia, durante 6 meses, paulatinamente fui perdiendo el gusto, mis dedos de las manos estaban entumecidos y no podía sentir lo que tocaba, no soportaba el ruido, ni la luz… además, mis defensas estaban tan bajas, que cualquier contacto con el exterior representaba un riesgo de enfermar y de que mi cuerpo no pudiera recuperarse. Hoy agradezco que puedo disfrutar de las cosas sencillas de la vida… sentir el viento y la lluvia en mi cara… cerrar los ojos y ser consciente del regalo de poder sentir.
Cuando pasas por experiencias así, nunca vuelves a ser el mismo… pero lo que somos no está determinado por los hechos, sino por el significado que cada uno decide darle a las cosas que le pasan en la vida. Cuando inició todo este proceso en mi vida, yo decidí no hacerme muchas preguntas, estaba enfocada en mi tratamiento médico y quería concentrar allí toda mi energía… la necesitaba. Hoy, dos años después de terminar quimioterapia, he podido resignificar esta experiencia, convirtiéndola en una oportunidad para tener una vida más llena de sentido y de amor.
Mientras mis amigas se comprometían, se casaban o tenían hijos, yo viví una experiencia que me hizo mirar la muerte de frente y que me permitió replantear el sentido que le había dado a cada segundo hasta ese momento.
Algunas personas me han preguntado qué fue lo que me permitió soportar el tratamiento. Después de reflexionar sobre eso, y pudiendo mirar ese momento en perspectiva, puedo decir que hay dos cosas fundamentales que me permitieron mantenerme con la fe y las ganas intactas: el amor y la aceptación… fuerzas que descubrí sumamente poderosas y que fueron parte fundamental de mi sanación.
Solo queda agradecer… por todo… porque cada día es una nueva oportunidad, porque puedo disfrutar de cada sensación, porque soy más consciente del aquí y el ahora, porque me siento más libre de seguir mis sueños… y sobre todo… porque aprendí a AMAR más la vida.
Octubre se ha convertido, internacionalmente, en el mes para promover la prevención y detección temprana del cáncer de mama, nuestro símbolo es un lazo rosa, pero el mensaje tiene que ir mucho más allá. Yo tuve esta oportunidad de sanar porque descubrí a tiempo mi enfermedad practicándome el autoexamen. Pude detectar uno de los tumores que tenía en la mama y llegué a tiempo para recibir el tratamiento y salvar mi vida.
Las invito a
Cuidarse, a quererse, a tener conciencia de los cambios en su cuerpo. El autoexamen es la manera más común de detección del cáncer de mama… y es una forma de amarnos.
Si te interesa conocer mas sobre Catalina y sobre su experiencia, si tienes dudas con respecto al cancer de mama, puedes visitar su sitio web
http://capl14.wixsite.com/cataarango/experienciasparaelbienestar